lunes, 27 de julio de 2015

HISTORIA DE LA ASTRONÁUTICA. SPUTNIK 1.

HISTORIA DE LA ASTRONAUTICA. SPUTNIK 1

Satélite artificial terrestre, en ruso  ISZ (iskusstvennyy sputnik Zemli)

El primer satélite artificial de la Tierra puesto en órbita, fue lanzado el 04-10-1957 desde el cosmódromo de Baikonur, ubicado en territorio del actual Kazajstán pero bajo control de Rusia, que alquila el predio por 115 millones de dólares anuales. Baikonur es la más antigua instalación de lanzamiento espacial, fundado oficialmente el 02-06-1955.

El Sputnik 1 era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro, que tenía una masa de 83 kg, y su órbita osciló entre 938 km (apogeo) y 214 km (perigeo), contabilizando 1440 órbitas a la Tierra. Regresó el 04-01-1958 incinerándose en la reentrada a la Tierra.

LA CARRERA ESPACIAL HASTA EL LANZAMIENTO DEL SPUTNIK 1

Ya en 1687 Newton predijo el concepto de satélite artificial, al afirmar que un objeto acelerado a una cierta velocidad se movería libremente alrededor de la Tierra a lo largo de un círculo cerrado u órbita. Y cuando los cañones de la Segunda Guerra Mundial se llamaron a silencio, las miradas de los científicos estadounidenses y rusos se volvieron hacia los cohetes V-2 alemanes.

Es que los germanos tenían ya una dilatada experiencia en materia de cohetería experimental y vuelos en el espacio, al punto de contar con una Sociedad para los viajes espaciales (Verein fur Raumschiffahrt) y en 1935 Werner von Braun se hizo cargo del laboratorio de desarrollo de misiles balísticos de largo alcance, con base en Peenemunde, donde se construyó en 1942 el cohete V-2 (primero llamado A-4) Vergeltungswaffe-2 o Venganza arma 2, que podía alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia.

Los científicos que participaron en el proyecto y en los lanzamientos, fueron cooptados por Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia, quien consiguió su copia y la llamó R-1.

En el desarrollo soviético merece especial atención Mikhail Tikhonravov, con sus informes sobre paquete de cohetes para misiles balísticos de largo alcance desde 1946, pero no pudo convencer a los altos mandos rusos, quienes se inclinaban por el desarrollo de misiles intercontinentales hasta que finalmente en 1954 se apoyó el proyecto de satélite de Tikhonravov, que preveía viajes tripulados.

En 1952 se estableció  el Año Internacional Geofísico (IGY en inglés) desde el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de 1958, y se llamó a los países del mundo estableciendo la necesidad de la construcción de satélites artificiales para realizar un mapeo de la superficie terrestre.

En 1955, el presidente de EEUU, Eisenhower anunció la intención de lanzar un satélite durante el Año Geofísico Internacional y propuso el Vanguard. También en 1955, Rusia aprueba en el Soviet de Ministros el desarrollo de un satélite artificial de 1000 kg. que designó como “Objeto D” y se lanzaría en 1957.

Aunque luego se originaron inconvenientes para la propulsión del cohete, ante los avances estadounidenses se decidió enviar un satélite más simple, de unos 80/100 kilogramos.   

El mismo 5 de octubre, la agencia TASS publicó en el diario Pravda la hazaña rusa, que provocó la respuesta de los Estados Unidos anunciando un proyecto paralelo al Vanguard: el Proyecto Explorer a cargo de Werner von Braun, logrando en Enero de 1958 lanzar con éxito un satélite.


El lanzamiento del Sputnik I ocasionó también de manera indirecta la creación de la Administración Nacional Aeronáutica y Espacial (National Aeronautics and Space Administration).

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