HISTORIA DE LA ASTRONAUTICA. SPUTNIK 1
Satélite
artificial terrestre, en ruso ISZ (iskusstvennyy
sputnik Zemli)
El
primer satélite artificial de la Tierra puesto en órbita, fue lanzado el
04-10-1957 desde el cosmódromo de Baikonur, ubicado en territorio del actual Kazajstán
pero bajo control de Rusia, que alquila el predio por 115 millones de dólares
anuales. Baikonur es la más antigua instalación de lanzamiento espacial,
fundado oficialmente el 02-06-1955.
El
Sputnik 1 era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro, que tenía una masa
de 83 kg, y su órbita osciló entre 938 km (apogeo) y 214 km (perigeo),
contabilizando 1440 órbitas a la Tierra. Regresó el 04-01-1958 incinerándose en
la reentrada a la Tierra.
LA CARRERA ESPACIAL HASTA EL LANZAMIENTO DEL SPUTNIK 1
Ya
en 1687 Newton predijo el concepto de satélite artificial, al afirmar que un
objeto acelerado a una cierta velocidad se movería libremente alrededor de la
Tierra a lo largo de un círculo cerrado u órbita. Y cuando los cañones de la Segunda
Guerra Mundial se llamaron a silencio, las miradas de los científicos
estadounidenses y rusos se volvieron hacia los cohetes V-2 alemanes.
Es
que los germanos tenían ya una dilatada experiencia en materia de cohetería
experimental y vuelos en el espacio, al punto de contar con una Sociedad para
los viajes espaciales (Verein fur Raumschiffahrt) y en 1935 Werner von Braun se
hizo cargo del laboratorio de desarrollo de misiles balísticos de largo
alcance, con base en Peenemunde, donde se construyó en 1942 el cohete V-2
(primero llamado A-4) Vergeltungswaffe-2 o Venganza arma 2, que podía alcanzar
objetivos a 300 kilómetros de distancia.
Los
científicos que participaron en el proyecto y en los lanzamientos, fueron cooptados
por Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia, quien consiguió su copia y la llamó
R-1.
En
el desarrollo soviético merece especial atención Mikhail Tikhonravov, con sus
informes sobre paquete de cohetes para misiles balísticos de largo alcance
desde 1946, pero no pudo convencer a los altos mandos rusos, quienes se
inclinaban por el desarrollo de misiles intercontinentales hasta que finalmente
en 1954 se apoyó el proyecto de satélite de Tikhonravov, que preveía viajes
tripulados.
En 1952
se estableció el Año Internacional
Geofísico (IGY en inglés) desde el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de
1958, y se llamó a los países del mundo estableciendo la necesidad de la
construcción de satélites artificiales para realizar un mapeo de la superficie
terrestre.
En
1955, el presidente de EEUU, Eisenhower anunció la intención de lanzar un
satélite durante el Año Geofísico Internacional y propuso el Vanguard. También
en 1955, Rusia aprueba en el Soviet de Ministros el desarrollo de un satélite
artificial de 1000 kg. que designó como “Objeto D” y se lanzaría en 1957.
Aunque
luego se originaron inconvenientes para la propulsión del cohete, ante los
avances estadounidenses se decidió enviar un satélite más simple, de unos
80/100 kilogramos.
El
mismo 5 de octubre, la agencia TASS publicó en el diario Pravda la hazaña rusa,
que provocó la respuesta de los Estados Unidos anunciando un proyecto paralelo al
Vanguard: el Proyecto Explorer a cargo de Werner von Braun, logrando en Enero
de 1958 lanzar con éxito un satélite.
El
lanzamiento del Sputnik I ocasionó también de manera indirecta la creación de
la Administración Nacional Aeronáutica y Espacial (National Aeronautics and
Space Administration).