LA BASILICA DE MAJENCIO(también conocida como Basílica de Constantino)
*Texto
y fotografías propias, con aporte de fuentes que se citan al pie del artículo.
1. UBICACIÓN
HISTÓRICA
Al morir Galerio, en el 311
quedaron tres Augustos: Maximino, Constantino y Licinio. A ellos se oponía
Majencio, dueño de Italia y de África. Constantino venció a Majencio en Turín,
Verona y la batalla de puente Milvio el 28 de octubre de 312. Fueron victorias
ganadas instinctu divinitatis (por
inspiración divina), como prudentemente
el Senado hizo inscribir en el arco de triunfo erigido en honor del emperador,
próximo al Coliseo romano y que amerita un nuevo artículo a publicar en breve
como “Arco di Constantino”.
2. EL
FORO ROMANO
La vida en Roma se centraba en
la ciudad, como lo hacía Grecia. Las primeras ciudades romanas tenían tramas de
calles en forma de rectángulos más o menos irregulares.
Probablemente, con el
crecimiento de la ciudad, esas manzanas se fueron haciendo más regulares.
En el corazón cultural de esas
antiguas ciudades estaba el fórum o foro, un espacio cívico al aire libre,
delimitado por edificios públicos y stoas
(construcción propia de la arquitectura clásica, una de las más sencillas: un
espacio arquitectónico cubierto, de planta rectangular alargada, conformado
mediante una sucesión de columnas, pilares u otros soportes –columnata-).
Así, el foro romano cumplía
aproximadamente la misma función que el
ágora de la antigua Grecia. Sin embargo, lo que distingue al
foro del ágora, es su clara definición arquitectónica y su forma generalmente
rectangular, dominada por el templo de
Júpiter, emplazado en un extremo de su eje. Alrededor del foro,
encerrándolo y dándole forma, estaban los edificios de la curia, edificios de
la administración pública, y una basílica, un gran edificio techado donde se
despachaban pleitos legales, así como varios templos y otros edificios
públicos.
De todos los foros romanos, los
más importantes fueron los de la propia Roma, empezando por la plaza primitiva
de la ciudad, el gran Forum Romanum o
foro Republicano, situado en el estrecho valle al pie del monte Palatino y
considerado como la “cabeza del mundo”, caput
mundi.
El énfasis en la vida urbana de
la antigua Roma fomentó el desarrollo de nuevos tipos de edificación para
cerrar los espacios de uso público. Había otras actividades cívicas, como los
procesos legales, que requerían de un gran espacio cubierto, para que los
jueces pudieran atender a los juicios mientras los litigantes esperaban su
turno y para que el público pudiese asistir a las audiencias. Precisamente, el
objeto de la basílica fue cubrir esta necesidad.
A partir del siglo II d. de C.
empezó a extenderse entre los constructores romanos el uso de la argamasa
romana (opus caementicum), en
especial en los muros y las bóvedas de los edificios públicos. Esa argamasa no
era ni cemento ni hormigón, sino un material compuesto de elementos pétreos (caementa), formando un mortero denso (no
líquido, como el hormigón moderno) de una calidad tal que podía emplearse no
solo como relleno inerte, sino como material de construcción en sí mismo.
La construcción con argamasa
romana, u hormigón, alcanzó su apogeo en las grandes termas imperiales o baños
públicos, y en la gran basílica de Majencio, derivada de esos baños y cuya nave
central estaba cubierta con bóvedas por arista de hormigón y se contrapesaba
mediante las bóvedas de cañón de las naves laterales.
3.
BASILICA DE MAJENCIO. UBICACION.
CONSTRUCCION
La Basílica de Majencio estaba situada
en el foro de Roma. Era uno de los edificios romanos más importantes destinado
a la administración de justicia y a las transacciones comerciales, edificada
sobre las que fueran las ruinas del templo de la Paz de Vespaciano. Está
situada al N.E. del foro romano, paralela a la Vía Sacra, ensanchada a modo de plaza, en el emplazamiento de la
antigua Domus Aurea (la casa de
Nerón) entre el templo de la Paz
(foro de Augusto) y el templo de Venus
y Roma (foro de Julio César).
La Basílica se comenzó a construir
en el año 306 d.C. bajo el mandato del Emperador Marco Aurelio Valerio Majencio,
pero no fue terminada hasta 312 d.C., ya en el mandato del Emperador
Constantino.
Por el momento en el que se
produce su construcción, ya en el Bajo Imperio, y por su grandiosidad y
perfección técnicas, es el gran testamento del arte romano que refleja hasta
dónde pudo llegar en el manejo de los materiales (la simbiosis de hormigón,
ladrillo, mármoles y estucos), en la fusión de los elementos constructivos
(arquitrabados y abovedados) y en la capacidad de hacer una arquitectura
funcional pero esencialmente al servicio del poder político.
* Ubicación (Captura de pantalla de Google Maps)
El origen de la basílica tiene
un motivo claramente propagandístico, de hecho, Majencio la concibió como sala
de recepción imperial y no solo como tribunal de justicia. Es evidente que la
intervención de Constantino sobre el mismo edificio tras su victoria no es sino
reflejo de querer imponer su poder también en este aspecto, reflejo de lo cual
fue su imponente estatua.
4. BASILICA
DE MAJENCIO. ESTRUCTURA
La basílica era un anejo casi
obligado del foro. El eje del templo puede unirse con el eje transversal de la
basílica. Este eje está atravesado en ángulo recto por otro eje longitudinal.
La planta biaxial de la basílica
repite, pues, el esquema básico del espacio romano. Su sección, con una nave
central más alta flanqueada por naves laterales, no sólo permite la entrada de
la luz a la parte central del espacio sino que contribuye fundamentalmente a la
majestuosidad del interior.
Constaba de una planta de tres
naves, divididas en tres tramos con una longitud total de 102 m y una anchura
de 80 metros. Del tipo de basílica de foro tradicional se ha conservado en
planta la construcción simétrica al eje longitudinal con la sucesión de vestíbulo,
sala central y ábside. En lugar de los corredores, aparecen en cada lado mayor
3 espacios tratados independientemente, abiertos a la sala central y
comunicados entre sí por anchos pasos.
El éxito de este modelo hizo que
su estructura se convirtiera en referencia para las iglesias paleocristianas,
sobre todo en lo que se refiere a su orientación longitudinal con pórtico de
entrada, nave principal y ábside en la cabecera.
5. BASILICA
DE MAJENCIO. NAVE CENTRAL
Consistía en una gran sala con
techumbre, sostenida por columnas estriadas de mármol que simulaban soportar el
peso de las bóvedas centrales que dividían el espacio interior en tres naves,
encabezadas por un pequeño ábside en la cabecera del extremo norte, donde se
sentaban los jueces; y en el extremo meridional, el vestíbulo de entrada (narthex) con sus arquerías.
El módulo se ofrecía aquí
aislado y con la novedad de que su eje principal era el de su mayor longitud. El
espacio central de circulación medía 80,8 por 25,3 metros (265 x 83 pies) y los
tres tramos estaban cubiertos por bóvedas de arista en cada tramo (dos bóvedas
de cañón que se cruzan) de unos 35 metros de altura, con una exedra
semicircular en el extremo noroeste.
6. BASILICA
DE MAJENCIO. NAVES LATERALES
A los dos lados del salón
central daban tres salas altas perpendiculares al eje de aquél. Estas salas
eran capaces de dar cabida a otros procesos judiciales de manera independiente
sin interrumpir los actos de la nave principal. Se evitaba así el colapso
funcional del edificio.
Tales cámaras, de 23,2 por 17,1
metros (76 x 56 pies), estaban cubiertas por bóvedas de cañón transversales al
eje axial del edificio.
De hecho se apoyan sobre unos
enormes contrafuertes, gruesas paredes que servían para contrarrestar el empuje
de la bóveda de la nave central. Ellas tenían que sostener los empujes
laterales de las bóvedas de crucería, actuando sus paredes, recrecidas por
encima del trasdós de las propias como si fueran estribos de aquéllas.
En la pared del fondo, sobre el
nártex, se abrían dos series superpuestas de tres ventanales de arco de medio
punto que proyectaban su luz en el interior del recinto.
En el centro geométrico del
ábside semicircular había un altar, para simbolizar la presencia espiritual del
emperador, sin la cual no se podía administrar la Justicia.
7. BASILICA
DE MAJENCIO. DECORACION DEL EDIFICIO
El edificio destaca por el gran
contraste estilístico entre su aspecto interior y el exterior; mientras que en
el exterior la edificación estaba realizada en ladrillo de cara vista
monocromo, el interior era un espacio majestuoso decorado con mármoles de
colores, bóvedas de casetones y trabajadas columnas que engalanaban su aspecto.
8. BASILICA
DE MAJENCIO. CAMBIOS DE CONSTANTINO
La derrota de Majencio en el
Puente Milvio puso la basílica al servicio del vencedor, introduciendo unos
cambios muy interesantes, porque supusieron la creación de un segundo eje. Para
ello se construyó, en el lado norte, un ábside en la estancia central, y en el
lado sur una puerta precedida de un pórtico de seis columnas de pórfido,
material predilecto de la época. El ábside primitivo fue destinado entonces al
coloso acrolítico de Constantino de 10 metros de altura (construido en mármol y
bronce dorado), y la mesa del tribunal de justicia pasó al ábside acabado de
construir.
Fuentes:
Leland M. ROTH, Entender la arquitectura. Sus
elementos, historia y significado. Cap. 12
Norberg Schulz, Christian: Arquitectura Occidental.
Edición: Alianza Forma, Madrid, 1988.
http://www.udc.es/
UNIVERSIDAD DE LA CORUÑA esquema planos
http://arte.laguia2000.com/arquitectura/basilica-majencio Laura Prieto Fernández
Fernando de Zugazúa
http://www.artehistoria.com/v2/contextos/3458.htm Antonio Blanco Freijeiro
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